Final Fantasy II - PSP

Cuesta saber que algún aficionado a los videojuegos no ha jugado alguna vez en su vida al Final Fantasy, pues es uno de los juegos mas vendidos y jugados de la historia, y un pionero en lo que a RPG se refiere. Es por ello que cuando supimos que las primeras versiones de este maravilloso juego saldrían para PSP, todos, incluyéndome a mi mismo, nos alegramos por la buena noticia. En este caso hablamos de su segunda parte, Final Fantasy II. Su lanzamiento, bueno, su relanzamiento, se produjo el 8 de Febrero de 2008, y salio al mercado a un precio de 29.95€ aproximadamente.
Su valor “histórico” es incalculable para algunos, y también es verdad que se han hecho algunos ajustes pensando en adaptarlo a las posibilidades de la portátil que dan como resultado un juego que si bien no es más que un antiguo remake no deja de ser atractivo para los coleccionistas o los que no hayan conocido este juego previamente (que los hay…).
Aunque a simple vista este juego no es gráficamente un juego atractivo; lo es en otros aspectos que le diferencian del resto y le apartaron de los RPG normales, es lo que se podrá observar en la portátil y es que no podemos olvidar que originalmente esté título lleva ya muchos años tras su espalda.
En primer lugar hay que destacar la manera como se han retocado ciertos elementos para hacerlos ver más pulidos en la pantalla LCD de la portátil. El juego es decididamente más colorido y las viñetas donde se muestran los personajes en ampliado es decididamente mejor a todos los remakes que habíamos visto de este juego, da gusto ver el diseño de los rostros (si bien son simples maquetas llama la atención el nivel de detalle logrado). Los efectos y habilidades cuentan con una mejor representación y el ajuste en el brillo y los matices del escenario hacen que luzcan aspecto genial.
La música espectacular que siempre ha caracterizado a la saga, no por nada sus creadores y compositores saltaron a la fama, Final Fantasy mantiene las melodías que todos recordamos y nos traen muchos recuerdos.Ya puesto en el juego en sí las melodías logran conservar su calidad pero su novedad no es mayor, mucho menos podemos decir de los pocos efectos y sonidos Fx que encontraremos a lo largo de la aventura.
En general la aventura se va desarrollado a través de los clásicos combates por turnos donde cada uno de nuestros personajes contaba con habilidades como magia y fuerza; eso sí, por aquel entonces no se encontraban tan “diferenciados” y todos podían concentrarse en casi cualquier habilidad (un concepto que se ha recuperado en la más reciente entrega de la saga)
Aunque encontraremos un modo quest adicional (este sí con una dificultad endiablada), en general la curva de dificultad en el juego se a mermado bastante de cara a hacerlo un producto más consecuente con los tiempos que corren y es que el consumismo en los videojuegos es tal que ya no resulta tan fácil concentrarnos en un único juego durante varios meses (menos en un juego antiguo)
De todos modos, una de las grandes innovaciones en Final Fantasy II tuvo que ver con unos perfiles de personajes mucho más matizados de lo que por aquel entonces estábamos acostumbrados a ver en RPG; aquí por primera vez nos vamos a encontrar con tipos díscolos y reservados que terminan ganándose nuestros afectos así como los primeros giros arguméntales entre lealtad y traición.
De otra parte ay que reconocer una muy buena respuesta con los controles de PSP, en general el comportamiento es muy preciso y resulta muy cómodo el desplazamiento; en ese sentido no hay reproches frente a los pocos ajustes técnicos que se le hicieron para adaptarla a la portátil de Sony.
En conclusión, Final Fantasy II tiene ante todo un valor de colección, es una verdadera joya para todos los que han delirado con la saga y ven en esta entrega a uno de los mejores capítulos de toda la saga. Vale mas en este caso por su valor histórico y personal que por sus gráficos y vistosidad. Lo único malo es que no nos han juntado las versiones Final Fantasy y Final Fantasy II en el mismo juego, una lastima, porque si queremos disfrutar de las dos partes, tendremos que adquirirlas por separado.