Impresiones de DiRT Rally en PS4 - PS4

Con un prometedor arranque en PC durante el pasado año, el título DiRT Rally ha emocionado a todos los grandes aficionados del motor, con un desafiante juego de conducción que pone a prueba el realismo y la dificultad de ser uno de los simuladores de rallies más desafiantes en Steam. Tras un contundente respaldo por parte de los aficionados al género, era de esperar que Codemasters no tardara en dar el siguiente paso en el desarrollo del título, presentando la esperada salida en Xbox One y PS4 para el próximo 5 de abril.
Para terminar de arrancar nuestro motor de hype, el pasado 16 de febrero Codemasters nos invitó a las oficinas de Koch Media para descubrir una de las versiones finales de la beta en PS4, presentado por Paul Coleman, diseñador jefe del título.
Un arranque con recuerdos icónicos
Desde los recuerdos del primer Collin McRae Rally, Codemasters siempre ha intentado llevar la gran afición europea del rally al mundo, buscando siempre el equilibro entre la complejidad de la simulación y el entretenimiento del arcade.
Años más tarde de esos primeros volantazos en PSX, la franquicia ha afinado todas sus capacidades y deja finalmente de lado las facilidades del entretenimiento más accesible, para embarcarse en una simulación mucho más desafiante y realista, solo digna para aquellos dispuestos a exprimir cada segundo de un trazado no apto para cardíacos.
Después de un necesario pulimento gracias al feedback de la plataforma Early Access de Steam, DiRT Rally llega finalmente a consolas para ofrecer las mayores sensaciones a los pilotos experimentados en pruebas de alto nivel: desde los rallies todo terreno, a los puertos de montañas más escarpados, pasando por la acción más directa de un circuito de RallyCross.
Un gran desafío al volante
Al igual que sucede en su versión para PC, DiRT Rally nos muestra desde sus primeros metros, que no nos encontramos ante un entretenido título de conducción para pasar el tiempo. Desde el primer momento, nos encontramos solos ante una pista cargada de todo tipo de desafíos: desde un trazado sinuoso (cargado de grandes baches, estrechamientos y cambios abruptos de pendiente y terreno), cambios climatológicos (con lluvia, hielo y niebla para complicar nuestro agarre y visibilidad), hasta las propia mecánica de nuestro vehículo, que tras cada colisión irá mermando sus capacidades hasta hacernos imposible seguir con el trazado.
Con estos elementos, el jugador no tiene otra alternativa que conocer bien cada aspecto del terreno, confiar ciegamente en las indicaciones de nuestro copiloto (totalmente doblado al castellano), y aprender a costa de grandes errores todas las técnicas necesarias para dominar todos los circuitos todoterreno y convertirnos en un auténtico hardcore en el género, capaz de formar una estrategia de circuito, en la que la conducción sea tan importante como una correcta preparación de nuestro automóvil y equipo de mecánicos, saber cuándo apretar al máximo para recuperar tiempo de nuestras averías, o cuando mantener la calma si estás marcando los tiempos de liderato.
A lo largo de 6 grandes rallies (con más de 70 etapas), los jugadores podrán poner a prueba sus capacidades al volante con 39 de los coches más icónicos de la historia de los rallies, categorizados según su época y prestaciones. Desde un Mini Classic RallyCross, pasando por un Renault 5 Turbo o hasta el mítico Subaru Impreza.
Un rendimiento óptimo pero mejorable
Siempre que hablamos de un título de PC adaptado a las consolas de sobremesa, nos invaden los miedos acerca de las limitaciones necesarias para conseguir adaptar el título a unos sistemas de hardware inferiores en principio.
En esta ocasión, pudimos comprobar con confianza cómo el título alcanza la cifra icónica de los 60fps estables durante todo su funcionamiento, con un rendimiento de 1080p en su versión de PS4 (en el caso de Xbox One, tendrá una resolución variable en algunos tramos entre 1080 y 900, para evitar bajones de frames).
Para poder conseguir esta estabilidad, el título no muestra un salto gráfico tan destacable con su entrega anterior, sin embargo, consigue reproducir grandes sensaciones de velocidad y dinamismo en todo momento.
En su aspecto jugable, DiRT se muestra como un título demasiado orientado al perfeccionamiento del modo de un jugador, que a partir de desafíos, competiciones y pruebas en solitario, vea como va mejorando su rendimiento en el terreno. El aspecto multijugador sólo queda relegado a los tiempos marcados en circuitos, existiendo el modo RallyCross, como el único modo de juego con varios coches en el mismo trazado.
Pero puede que uno de los elementos más controvertidos de su aspecto jugable, se encuentre en su manejo altamente exigente, que provoca que su control por el mando Dualshock4 se vea algo escaso en prestaciones, y pida a gritos la instalación de un volante como periférico que nos permita aprovechar al máximo su potencial de juego.
Durante la presentación, pudimos comprobar este hecho con la utilización del sistema Thrustmaster Ferrari 599XX EVO, un volante que gracias a su respuesta adaptativa a cada variación de circuito, nos presenta un realismo digno de admiración desde el punto de vista de cabina, con detalles de vibración según terreno, respuesta de agarre en curva o su sencillo sistema de levas.
Un digno aspirante al volante
Con unas breves impresiones de juego, DiRT Rally se presenta como una clara apuesta para todos los amantes de la conducción todoterreno, que buscan la experiencia más realista y salvaje, donde desaparezcan todos los sistemas de ayuda a la conducción e indicadores de trazada, dejando a los jugadores solos ante el gran desafío de una carretera abrupta que se abre paso a través de incontables obstáculos.
El próximo 5 de abril DiRT Rally llegará finalmente a PS4 y Xbox One, disponible junto a una edición especial Legend, que incluye un documental completo sobre la vida del mítico piloto Collin McRae y un pack de contenido del Mini Cooper S, con diseño exclusivo y ventajas de personal de mantenimiento y equipamiento exclusivo.