Análisis Warhammer 40.000: Dawn of War III - PC

Análisis Warhammer 40.000: Dawn of War III - PC

Mi primera incursión en el mundo Wahammer ha llegado con Dawn of War III. Hasta ahora no me llamaba la atención este tipo de juegos y la verdad, no sé cual ha sido el motivo, pero sin lugar a dudas llego varios años tarde, teniendo en cuenta que los juegos de estrategia en tiempo real son unos de mis preferidos.

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Jugando la campaña

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Matando enemigos

Para un novato en la saga, como ha sido mi caso, lo primero que hace al llegar a Warhammer 40.000: Dawn of War III es darse una vuelta por las distintas opciones del juego. Y claro, eso te lleva a jugar las misiones de entrenamiento, imprescindibles para conocer la dinámica y los controles, que no son muy diferentes a cualquier juego de estrategia en tiempo real, dicho sea de paso. Las misiones de aprendizaje no son nada del otro mundo, es más, te las puedes ventilar en poco más de media hora de tiempo.

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Capturando recursos

Una vez realizados los entrenamientos te tienes que tirar al charco. Tu decides si decides jugar la campaña individual o el multijugador, al que todavía, me da un poco de respeto dedicarle tiempo porque me veo que el ridículo puede ser espantoso. Así que me decanto por la campaña individual, donde empiezas manejando a los Marines Espaciales con Gabriel Angelos al mando en Acheron donde ha aparecido un arma que podría decantar el futuro del mundo. Es el primer paso de hasta casi 20 niveles, donde iremos conociendo más a fondo los intereses de cada uno de los 3 bandos del juego (los ya nombrados Marines Espaciales, los Eldar y los Orkos). A diferencia de muchos otros juegos, personalmente echo en falta la opción de los escenarios o escaramuzas individuales, me hubiera gustado tener más práctica con los juegos antes de meterme a vivir la historia que nos ofrece el juego.

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Subiendo de nivel

Hasta aquí lo que son los modos de juego propiamente dicho, pero Warhammer 40.000: Dawn of War III es mucho más. Podemos encontrar un gran Codex donde aprender muchás más cosas, tanto del juego en sí como controles e interfaz como de las unidades, elites, etc. A mí, me ha llamado mucho la atención la opción de Pintaejércitos, que como su propio nombre indica te permite personalizar tus figuras del juego con los colores que tú quieras. Uno de los puntos más famosos del mundo Warhammer llevado a un vídeo juego de forma más que notable. Además de estos podrás modificar las Elites de las tres razas existentes en el juego, con esto elegirás quienes son los comandantes y las unidades más importantes de tu ejercito.

El apartado técnico es más que notable. Es algo que se puede ver desde la pantalla de inicio del juego y se confirma totalmente cuando empezamos la campaña y los entrenamientos. Gráficos muy cuidados que son un fiel reflejo del mundo Warhammer en el ordenador y con un funcionamiento fluido, tanto de cámaras como de personajes. El sonido y la música acompañan perfectamente a las muchas batallas que vas a tener en este juego.

Conclusiones:

Un juego ideal para los amantes de la estrategia en tiempo real e imprescindible para los aficionados al mundo Warhammer.

Lo mejor:

  • El cuidado detalle del mundo Warhammer.
  • El apartado técnico, teniendo en cuenta que es un juego de estrategia en tiempo real.

Lo peor:

  • Que no disponga de un modo escaramuza o incluya más modos de entrenamiento.
  • Para disfrutarlo al 100% tienes que ser fan de Warhammer y conocer algo del mundo.

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Jugando la campaña en solitario

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Servidor construyendo

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Pantalla principal

Warhammer 40.000: Dawn of War III - Defendiendo la fortaleza

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