Análisis Steep - PS4, PC, One

El tiempo está dando la razón a este juego de deportes extremos de Ubisoft. Su lanzamiento, en una horquilla de tiempo que lo hacían competir con títulos muy potentes a nivel de viralidad y marketing produjo que Steep saliese con apenas adeptos. Los análisis primerizos tampoco fueron del todo positivos, lo cual acabó enterrando toda posibilidad de convertirse en un éxito. Ahora, gracias a YouTubers y parte de la prensa, se le está reconociendo más a este videojuego. Eso sí, es un título defectuoso en sus mecánicas.
Pero no toda la culpa ha sido de nosotros, la prensa, ni de las primeras impresiones de los usuarios. Steep adolece de varios errores de diseño y se siente lo suficientemente simple al principio como para no tomárselo muy en serio. Eso sí, tampoco ha resultado ser el producto tan deficiente que muchos aseguran.
Ubisoft Annecy ha diseñado un videojuego que quiere convertirse en el baluarte de los juegos de deportes extremos. La realidad es que el género (en su más amplia acepción) no pasa por su mejor momento más allá de las entregas anuales de fútbol, baloncesto, béisbol o fútbol americano. Los deportes extremos de montaña, tras los años de Cool Boarders, Steep Slope Sliders, 1080º y SSX no hna vuelto a ser lo mismo. Y parece que no cambiará. Seguiremos recibiendo títulos sin frecuencia marcada, pero siempre agazapados desde una segunda línea respecto a los colosos del deporte en equipo.
Exploración libre, sentimiento de libertad
Steep lleva la emoción del esquí, el snowboard, el parapente y el wingsuit a los Alpes. Se convierte en un videojuego llamativo, precioso por momentos y que contiene parte de esa idiosincrasia de este subgénero, vitalidad y afán por el espectáculo. Desde el principio, Steep nos da libertad para realizar la acción que creamos oportuna. Subir a una u otra montaña y dejarnos llevar. Esas sensaciones son reales y están muy bien llevadas al videojuego. Nosotros, como jugadores, tenemos ganas de volar, de echarnos por esa montaña sin miedo a darnos un golpe.
Exploramos cada rincón del mapeado sin exigencias previas, sin paredes imaginarias ni mucha información que nos guíe. Y si bien esto es parte de la experiencia y de su forma de ser, se echa de menos poder saber con más exactitud los controles de los cuatro deportes disponibles. Apenas sabemos nada del parapente o del wingsuit y lo jugamos a ciegas, sin saber bien a qué nos enfrentamos. Respecto al snow o el esquí, se maneja como muchos de los videojuegos que ya han salido a la venta, sin apenas novedades ni evolución, “un juego de skate sobre nieve”.
Sobre sus opciones acabado y rejugabilidad
Atendamos lo que Steep nos ofrece. Cientos de skins para nuestro deportista, tablas, esquíes, monos y más de 100 pruebas que superar. Es genial, una cantidad apabullante de contenido que se convierte en pura nomenclatura. A las pocas sesiones nos enfrentamos a un videojuego en el que prima la repetición de pruebas y el constante avance sin más sentido que chequearlas como realizadas. Son muchas pruebas, sí, pero apenas hay diferencias entre ellas. Además, cuando el control no responde de manera adecuada, y eso ocurre en más ocasiones de las que debería, acabamos topándonos con un juego algo frustrante. El esquí y el snow son los que mejor soportan el manejo del usuario, pese a que en ocasiones el personaje se queda clavado y no reacciona a tiempo incluso comportándonos de manera adecuada con el mando. Pero son el parapente y el wingsuit los deportes menos gratificantes de los cuatro. Son espectaculares de ver y jugar, sí, pero a las pocas carreras nos encontramos ante simuladores de vuelo con poca alma, incluso recordando en ocasiones por el tipo de control y evasión de rachas de aire) al malogrado Flappy Bird, sí, el juego de smartphone del pajarito. Subida, bajada, subida, bajada y choque.
Por supuesto, las partidas multijugador ofrecen sensaciones superiores a jugar en solitario (y recordamos que es un juego que, pese a querer jugar solos nos obliga a tener conexión online permanentemente), pero al acabar las pruebas tipo, poco más ofrece si el usuario no es un dedicado fan de estos deportes. Sí, hay muchos elementos remarcables: las Historias de la Montaña son una manera de progresar en el juego muy interesante y poder crear desafíos otorga profundidad al multijugador. Pero el resto se vuelve algo monótono y jugar en solitario no es grato comparándolo con el online, lo que amputa parte de la experiencia.
El juego de deportes extremos está por llegar
Steep, pese a ser un juego vistoso que aprovecha las capacidades de la actual generación y nos invita constantemente a tomar capturas cada pocos minutos, está falto de profundidad, que no de contenido. El control no está del todo bien implementado, no es el Skate de la nieve, no es Olli Olli ni tampoco, qué demonios, el último SSX salido hasta la fecha, que era mucho más simple respecto al ambicioso Steep pero ofrecía unas sensaciones mucho más favorables. Es por ello que Steep tiene muchas posibilidades de ser un videojuego con servidores vacíos dentro de un año si es que siguen abiertos. Una pena porque las ideas son buenas y es un juego nicho, de los que nunca deberían desaparecer, pero su puesta en práctica, el deficiente control sobre los deportes de vuelo y unas misiones algo repetitivas tras pocas horas de juego acaban por ensombrecer todo lo ganado en experiencia de juego y vistosidad gráfica. Steep es un juego que depende al 100% de las competiciones multijugador directas con otros usuarios, ahí donde el control defectuoso es común a todos los participantes y no luchamos tanto contra un cronómetro. En ese justo momento es cuando disfrutaremos de verdad con él. Si eres seguidor de estos deportes, adelante.
Lo mejor:
- Su espectacularidad.
- Da gusto la libertad que ofrece al jugador.
- Relaja.
- Crear nuestros propios desafíos.
Lo peor:
- Un mapa engorroso y un HUD poco intuitivo.
- Repetitivo y monótono en solitario.
- En ocasiones, los controles y la respuesta del avatar te harán odiar el mundo.
- Todavía esperamos la gran experiencia del snowboard y el esquí.