Análisis de The Last Story - Jugabilidad y Apartado Técnico - Wii

BIENVENIDO A ISLA LAZULIS
The Last Story no ofrece un vasto mundo a explorar, en parte porque la mayor parte del juego transcurre en la isla de Lazulis que tiene un tamaño considerable y esconde en su interior numerosas y variadas zonas para explorar. A pesar de ello no esperéis encontrar gigantescas mazmorras laberínticas. Aquí las “mazmorras” son pequeñas zonas donde la exploración no se complica en exceso y su función se reduce a localizar y matar al jefe final de turno o a desvelar alguna parte alternativa de la historia.
La cosa cambia cuando hablamos de la ciudad de Lazulis. Aquí si vamos a pasar horas recorriendo la ciudad tratando de descubrir todos sus secretos, o simplemente disfrutando de un paseo para visitar todas las tiendas o el mercado. Podemos asistir al Coliseo para poner a prueba nuestras habilidades en la lucha para después descansar y reunir fuerzas en la taberna de Ariela, donde se reúnen siempre nuestro compañeros. Resulta increíble como una sola ciudad puede ofrecer tanta variedad manteniéndonos ocupados durante muchas horas, la mayoría de las veces por voluntad propia.
Dentro de la ciudad también encontraremos el Castillo de Lazulis en el cual también pasaremos mucho tiempo. La extensión del castillo no es tan amplia como la ciudad pero también alberga varios secretos en su interior, algunos de ellos sorprendentes.
Recomendamos también dedicarle tiempo al modo multijugador online, que es algo más que un simple añadido superfluo y ofrece dos modos de juego: Deathmatch y Cooperativo. En el primero podremos enfrentarnos a otros cinco jugadores combatiendo durante cinco minutos en varias arenas. Quien consigue más puntos gana la partida. En el modo cooperativo nos unimos a cinco jugadores para pelear contra versiones más poderosas de los jefes finales de la aventura principal e incluso otros monstruos inéditos. Dependiendo de nuestro rendimiento podremos conseguir varios objetos que podremos utilizar en el modo offline.
UN PROYECTO MUY AMBICIOSO
Mistwalker ha realizado un trabajo impresionante en el apartado gráfico. Todo luce de maravilla dentro de las posibilidades que ofrece Wii. Los escenarios son de lo más variado y algunos de ellos poseen las mejores texturas que hemos podido ver en esta consola hasta la fecha. Mención especial merece la ciudad de Lazulis cuyo nivel de detalle es espectacular y esta recreada con tal profundidad que en todo momento tendremos la sensación de estar inmersos en una ciudad con vida propia.
En cuanto a los personajes, su diseño artístico rebosa originalidad, cada cual tiene su propia personalidad y eso se ve reflejado en su forma de vestir, la forma de expresarse y gesticular. El único pero que encontramos es la baja carga poligonal con que han sido recreados aunque esto no desluce el resultado final y pasará desapercibido para la mayoría de los jugadores. El diseño de los enemigos también ha sido muy cuidado, pero sobre todo lo que más nos va a sorprender es el derroche de imaginación y creatividad empleado en la recreación de los jefes finales, los cuales nunca dejarán de sorprendernos.
Sobre el papel todo son halagos para el apartado gráfico del juego, pero luego en pantalla el resultado se ve ensombrecido al querer llevar un apartado visual tan ambicioso a una consola como Wii. Esto se resume en una sola palabra: ralentizaciones. Por desgracia vamos a tener que sufrirlas durante gran parte del juego, ya sea paseando por los escenarios o en los combates. Unas veces serán evidentes y otras veces llegarán a resultar muy molestas. Tendría que haberse buscado de forma más acertada el equilibrio entre calidad y rendimiento, mas sabiendo que la potencia de Wii es bastante limitada en este aspecto.
Cerramos esta apartado hablando de la magistral banda sonora compuesta por Nobuo Uematsu, capaz de ofrecer algunos temas que lograrán emocionarnos y de forma inconsciente quedarán grabados en nuestra cabeza.
THE LAST STORY-ÍNDICE
PÁGINA 1 - Introducción, argumento y jugabilidad.
PÁGINA 2 - Jugabilidad y Apartado Técnico.