Análisis de Sam & Max: The Devil´s Playhouse, Episode 1: The Penal Zone - Gráficos y jugabilidad - PC, PS3

CONTROLES, GRÁFICOS, Y OTRAS FRUSLERÍAS
Los controles desprenden un tufo insoportable a "consolitis", máxime cuando al moverse por el escenario mediante el arrastre del ratón aparece encima de Sam un ícono en forma de joystick. Si este sistema empezaba a preocupar en Tales of Monkey Island, ahora provocará que el jugador no sepa si la versión para PC es la original o bien se trata de una adaptación del mismo título para PlayStation 3. Dudas existenciales a un lado, el problema no afecta gravemente la aventura pero Telltale podría haber continuado perfectamente con la filosofía "apunta-y-clica" de temporadas anteriores.
Los poderes sobrenaturales de Max se controlan desde una opción en primera persona donde el jugador debe arrastrar el ratón -o bien utilizar las flechas direccionales del teclado- para mover la cabeza del conejo hasta localizar el objeto con el que desea interactuar. El proceso es muy lento y arcaico, un fallo gordísimo teniendo en cuenta que el juego gira alrededor de dichas habilidades.
Telltale ha mejorado su motor gráfico, consiguiendo que el episodio alcance cotas épicas, aunque lo mejor de todo son las logradas expresiones faciales de los protagonistas; la cara que pone Max cuando Sam no puede ni mover una tapa de alcantarilla es comicidad en estado puro. El título está repleto de toques surrealistas como los monólogos del narrador, la primera teletransportación de los protagonistas o las inquietantes imágenes estáticas que surgen esporádicamente cuando el jugador activa los poderes del conejo. ¿El resultado? Una sensación perturbadora que tardará en desaparecer de la mente del usuario.
Como no podía ser de otra forma, el apartado sonoro es excelso. David Nowlin (Sam) y William Kasten (Max) siguen al pie del cañón mientras que el vozarrón de James Earl Jones -conocido por un papelucho que hizo en una saga cinematográfica desconocida, algo de una guerra en unas galaxias- insufla al villano Skunk´ape de un carisma inigualable. En cuanto a la banda sonora, el compositor Jared Emerson-Johnson ha convertido la esencia esquizofrénica de los Sam & Max en un inquilino más de sus piezas musicales. Evidentemente, el título está íntegramente en ingles; la traducción pertinente llegará junto a la hipotética recopilación comercial de rigor.
EXCEPCIÓN REBELDE
The Penal Zone es un título divertido -de unas cuatro horas de duración- que abre la veda de los puzles abstractos y críticos con los convencionalismos de la aventura gráfica, pero su historia no ofrece demasiadas pistas sobre la trama central de The Devil´s Playhouse y el control ocasionará problemas si el jugador no cuenta con un mando auxiliar. Aún así, el pistoletazo de salida de la nueva temporada de Sam & Max tiene mucho potencial y todas las apuestas apuntan a una locura catastrófica sin parangón. En un panorama subyugado por una regla que indica que los proyectos de esta índole están condenados a la cancelación o a los múltiples retrasos, da gusto encontrarse con una excepción tan rebelde como ésta.
ANÁLISIS DE SAM AND MAX - ÍNDICE
PÁGINA 1 - Introducción y desarrollo.
PÁGINA 2 - Apartado gráfico y jugabilidad.