Análisis de Naughty Bear: Panic in Paradise - PS3, Xbox 360

La venganza se sirve fría, aunque mejor en una isla paradisíaca a pleno sol. A nuestro pobre oso Malote no le ha gustado nada que sus compañeros no le hayan invitado a irse con ellos de vacaciones. Algo bastante normal si aún recuerdan el desaguisado del primer juego. A nuestro oso le da igual. Se sitúa en los bajos del autobús del viaje y se adentra en tan tranquila isla para convertirla en un caos, y nosotros adoptaremos una vez más el papel más divertido: el de malo Malote.
Aunque Naughty Bear: Panic in Paradise no es un portento argumental, cierto que no lo necesita. Sirve la más pequeña excusa para adentrarnos en la mente maquiavélica de nuestro personaje para llenar de algodón los escenarios del juego. En Behaviour Interactive han sido conscientes de la buena idea que tenían con esta propiedad, pero de lo mal que la llevaron a la realidad por una descompensación técnica digna de primero de carrera de programación. Ahora, bastantes más modestos, nos ofrecen una experiencia de juego calcada a la del primer juego, con algunos errores que se repiten, resolviendo otros y a un precio menor más acorde a lo que se ofrece en el producto final.
A estos chicos le sigue gustando la violencia gratuita. La verdad que mezclar inocencia con salpicadura de sesos no es muy correcto, pero si viene arropado de buen sentido del humor puede ser mejor recibido. Desde la pantalla de título y pasando por la propia de carga, se nos ofrece un minijuego donde podremos disparar o lanzar cuchillos a otro oso mientras esperamos a entrar en acción. Un buen calentamiento antes de la masacre, dirían.
INFIERNO PARADISÍACO
El juego se divide en 11 áreas temáticas más o menos diferenciadas, en más de 30 misiones que recogen el asesinato a sangre fría de otros pobres osos que no nos han hecho nada, solo existir. Al comienzo de cada misión tendremos el objetivo inicial de localizar a un oso determinado, y eliminarlo de la manera que se nos precise, sea con un arma específica, con una disfraz particular o con una finalización contextual determinada. Después se nos brindan tres objetivos secundarios no obligatorios como la recogida de X monedas, atrapar a un número de osos, asustar a otros tantos, provocar suicidios o destruir una serie de notas dispersas por los escenarios. Según nuestro hacer en la misión recibiremos puntos, monedas y experiencia.

El título soluciona importantes fallos que tenía el original.
Con las monedas podremos comprar armas, ropa y en general accesorios que van a ir mejorando nuestros parámetros como el daño que ejercemos, la resistencia o nuestra salud. Al mismo tiempo, y gracias a la experiencia, podremos ir haciéndonos más fuertes para los niveles posteriores. Tenemos un alto grado de personalización, pudiendo variar desde la cabeza hasta el tronco y las distintas extremidades del personaje, simplemente para estética o bien para conseguir una serie de comportamientos concretos en una misión.
En general, las misiones son sencillas y rápidas si vamos directamente al objetivo principal, pero si nos dedicamos a los objetivo secundarios se nos pueden pasar las horas volando en el juego. Los más aventureros podrán también encontrar una llave escondida en el nivel y llevarla hacia una puerta de un templo que está situado en una zona concreta del nivel. Dentro nos esperan joyas y muchos puntos.
ASESINO CON ESTILO
Pero la gracia son las finalizaciones. La verdad que recoger monedas y destruir cajitas no es muy interesante, pero coger a un oso y clavarle un machete es algo más atractivo. En Naughty Bear: Panic in Paradise hay decenas de finalizaciones, cada cual más macabra que la anterior, y la mayoría sacando partido del escenario. A esto nos referimos a que si estamos cerca de un corta césped podremos acercarnos con otro oso y directamente introducirle en el aparato para provocar una explosión de algodón. También podremos eliminarlos con los tiburones, los cactus, las plantas carnívoras, el fuego, las trampas y con cualquier objeto sospechoso de ser algo más que un adorno en el escenario.
En todo caso todo no es un camino de rosas. La IA de los otros osos, sin ser un asombro, sí que nos van a meter en varios problemas si nos vienen varios al mismo tiempo, y no sería la primera vez que justo en el final del nivel un oso nos elimine de un golpe con un arma poderosa, teniendo que rehacer todo el trabajo. Para ello podemos hacer uso de los bosques y las zonas con arbustos para escondernos y recuperar el aliento y también descubrir vida escondida en determinadas cajas. El sigilo será muy importante y también nuestro arte del disfraz.

La violencia y el humor más negro se dan la mano de forma continua.
Y es que otro de los grandes atractivos del juego son la forma de vestirnos. No, no es que seamos presumidos, es que para atraer y movernos entre los demás osos debemos disfrazarnos, porque aunque sean tontos, tienen ojos. Para conseguir un disfraz tenemos varias opciones: o lo compramos o los robamos. La opción más económica es la de robarlos, ya que con simplemente coger a otro oso y llevarlo a un arbusto o bosque, podremos robarle el traje, pasando después desapercibidos con los demás. Los disfraces están inspirados en más de 100 películas de Hollywood, con lo que veremos trajes de gladiador, de agente secreto o de Freddy Krueger. No tendremos muchas más opciones de control, aparte de dos botones de ataque, un bloqueo, el botón de agarrar y el de eliminación.
Echando un vistazo al apartado técnico no vemos casi diferencias. En realidad el juego hace uso del mismo motor gráfico del original, con algunos pequeños cambios vistos en una mejoría en la iluminación y en las sombras, y un cierto empujón en las texturas. Siendo ahora un título descargable las exigencias son inferiores, y se agradece la inclusión de la cámara manual. Los escenarios no son muy amplios, pero sí a un nivel similar al vistos en el juego original. Pueden pecar de repetitivos, pero en vista de que ciertas ideas han cuajado bastante mejor, no es un aspecto que empañe en demasía este apartado. Las animaciones son muy divertidas y los personajes se mueven bienNaughty Bear: Panic in ParadiseX Naughty Bear: Panic in Paradise - PSNX Naughty Bear: Panic in Paradise - Xbox LIVEX Saga Naughty Bea, aunque no vienen acompañados de una IA muy eficiente, que parece estar más acorde al sentido del humor del juego.
Con el sonido se nota el menor presupuesto. Ahora ya no tenemos doblaje al castellano, aunque si contamos con los textos traducidos. Eso sí, el ambiente sonoro se hace muy repetitivo, sobre todo con las quejas de los osos que se escuchan hasta la saciedad.
NAUGHTY BEAR: PANIC IN PARADISE-ÍNDICE
PÁGINA 1 - Análisis.