Análisis de Forza Motorsport 6 - Xbox One

La sexta entrega numerada de Forza Motorsport llega a tiempo para arreglar pequeño desastre consciente que fue Forza 5 a tiempo para el mercado invernal. Donde la primera entrega para One adolecía, esta nueva sobrepasa; donde el cinco patinaba el seis se agarra fuertemente al asfalto. Y es que no hay que olvidar que la saga bianual de Turn 10 sufrió para llegar al lanzamiento de la consola de Microsoft, recortes que acabaron mostrando un producto con menos vehículos de los que necesita la serie y, todavía peor, menos circuitos.
Forza Motorsport 6 palía todos los problemas de cantidad y de opciones disponibles para convertirse, esta vez sí, en el sucesor que merecía la cuarta entrega. Veintiséis circuitos, cuatrocientos cincuenta vehículos de todo tipo, bien, perfecto para empezar sabiendo que la oferta seguirá aumentando vía descarga y DLC, sea de pago o no. El mínimo exigible. Cada uno de los coches muestra un acabado perfecto, literalmente y la mayoría de los interiores y salpicaderos están recreados al milímetro. Es, sin duda, el simulador más realista que existe en la consola americana.
EVOLUCIÓN MÍNIMA PERO MUY CONSCIENTE
Los seguidores de los videojuegos de carreras aprecian las mejoras constantes a la hora de ofrecer sensaciones cada vez más parecidas a la realidad. Cada evolución, por pequeña que sea, se puede asentar como un dogma de fe en el resto de videojuegos similares, Forza 6 pule lo mejor de la cuarta entrega con un acabado incluso mejor que la quinta.
La conducción es perfecta, todo lo perfecta que puede ofrecer un simulador de consola. Por primera vez los coches se asientan sobre el asfalto, de verdad. No son un componente de polígonos situados sobre la carretera, pesan y su control así nos lo transmite. Los neumáticos, la tracción, etc. Todo está calculado al milímetro, y esa sensación no puede ser más satisfactoria. De esta manera podemos, aprovechando el perfecto agarre que muestran los coches en general (claro, dependiendo también de marca, modelo, peso y cilindrada), derrapar mejor, acelerar mejor y, en definitiva, disfrutar más la experiencia en los circuitos. Sin duda los gatillos de ONE parecen haber nacido para Forza, para los juegos de coche. Y hablando de sensaciones, sí, es lo mejor que podrás jugar con pad.
Entre otras mejoras obvias, una que ha tardado, quizás, demasiado tiempo en implementarse. La lluvia es ya una obligación en un juego de carreras pero ha llegado tarde a la serie en ONE. Seremos francos, la lluvia en Forza 6 es un elemento (permitidnos las mayúsculas) DIFERENCIADOR en la experiencia de juego. ¿Es otro juego de carreras? No, pero la lluvia transforma la vida en el circuito. Lo más lógico en los juegos de estas características está presente, y es el menor agarre. Pero ese elemento no es más que fanfarria a la que ya estamos acostumbrados, la lluvia trae consigo algo inédito en el asfalto de los videojuegos: charcos reales, orografía cambiante, formación de zonas de secado y salidas espectaculares si no somos muy duchos. Es un añadido espectacular que por sí mismo paga la compra de la sexta entrega a todos los que ya tuvieran la quinta. Un elemento diferenciador y único. Eso sí, seguimos demandando, como en la vida real, que el clima no sea una opción, sino que responda a criterios realistas y cambie de manera natural mientras corremos, ya sabéis, paradas en boxes, cambio de neumáticos y cambios gargantuescos en la clasificación. Ya llegará.
Las físicas siguen siendo uno de los puntos destacados de Forza. Los coches muestran comportamientos muy diferentes según los choques, condiciones climatológicas y de luz o, simplemente, según nuestro uso excesivo de marchas y aceleración. Todos los aspectos telemétricos son sobresalientes y conoceremos el estado de nuestro vehículo al instante. Cada cambio, por pequeño que sea, cambiará la forma en que pilotamos, lo que nos puede convertir en pilotos más agresivos o cuidadosos según las condiciones de carrera. Los daños visibles, eso sí, son más que deficientes. Es una crítica dolorosa, pues sabemos que las licencias con según qué marcas, implica mostrar a sus coches robustos como adamantium, pero, aunque saltan a la vista, necesitamos multitud de choques para que se empiecen a notar en el vehículo. Eso sí, nunca sobrepasan lo meramente superficial: lunas rotas, chasis partidos a la mínima expresión y poco más. Por lo menos estos efectos están conseguidos y no tenemos la sensación de esos primeros Gran Turismo de PSX, donde eran, básicamente, indestructibles.
MODOS CLÁSICOS Y FICHAJES FUTBOLÍSTICOS
Sí, los modos de Forza Motorsport 6 son numerosos, carreras directas, donde podremos utilizar cualquier coche que existe en el título desde el minuto uno (pero si no lo tenemos en el garaje no sumaremos puntos ni dinero). El modo carrera es cerrado pero, a lo largo de sus temporadas se alarga hasta ofrecer un modo de juego largo y competitivo. Al margen de un completo modo online que funciona a las mil maravillas destaca una novedad en forma de sobres, al puro estilo FIFA Ultimate Team o MyPES. Cuestan créditos dependiendo de las probabilidades de aparecer una u otra y se pueden utilizar antes de cada carrera, mejorando chasis, motor, agarre u otra opción que te dé ventaja en carrera (aunque nada que destroce la experiencia de juego). Muchas son de un solo uso y se pueden obtener pagando o cumpliendo ciertos objetivos. Lo gracioso del asunto reside en la comunidad online de sobres, donde podremos cambiarlos con otros usuarios, creando oferta y demanda, vamos como en el patio del colegio.
Los eventos disponibles recogen de nuevo pruebas Top Gear, carreras de resistencia de varias horas o las ya mencionadas anteriormente, como el modo carrera que, a diferencia de Forza Motorsport 5 no basa la consecución de coches en dinero real de una manera tan desvergonzada como el título de 2013. Los micropagos existen, pero se puede conseguir exactamente lo que queremos con buenas actuaciones, ganando carreras y jugando bien. Como debe ser.
Por otra parte, uno de los elementos diferenciadores de Forza Motorsport sigue presente con todo lo que puede ofrecer. La personalización de vehículos, tanto en su interior como en su carrocería es asombrosa. Se siguen creando verdaderas obras de arte con paciencia y buen hacer.
CONCLUSIONES
Forza Motorsport 6 es un gran juego. Un referente en el género en todas las consolas y también en PC y, sin duda, una marca que lanza la consola de Microsoft hacia lo más alto en simuladores. A la espera del nuevo movimiento de Sony con Gran Turismo, comparte el título de videojuego más bello y más completo en consolas, seguido de Project Cars. Un juego que lava todas las manchas de Forza 5, un pequeño receso en la saga, para mostrar un juego que es bonito (lo más bonito que hay), divertido, incluyente con todos los públicos, largo y novedoso en su trato con la lluvia. El único pero, uno que parece ligado a un género tan realista como éste, la evolución de la experiencia de juego que, pese a que mejora con cada gran lanzamiento, necesita de lustros para, de verdad, dar un salto importante. Por lo menos Forza Motorsport 6 da con la tecla.
Lo Mejor
- La lluvia
- Mejora Forza 5 en todos los aspectos
- Opciones personalizables en grandes cantidades
- La sensación de peso de los vehículos y su conducción
Lo Peor
- La lluvia y la noche no son efectos climatológicos dinámicos
- Las evoluciones en los juegos de coches son, en general, lentas y pausadas