Análisis de Forza Horizon - Xbox 360

Análisis de Forza Horizon - Xbox 360

Hasta el último momento no tuvimos clara la propuesta de Forza Horizon: ¿Un spin-off arcade? ¿Motorsport de mundo abierto? La respuesta sería una combinación de ambas cosas, para regocijo de quienes echasen de menos una de las exclusivas más celebradas en Xbox 360. Por supuesto, nos referimos a Project Gotham Racing, saga que quedase aparcada tras su excepcional cuarta entrega. No ha de extrañarnos pues que antiguos empleados de Bizarre Creations pasaran a formar parte de Playground Games, estudio británico tras el proyecto (en estrecha colaboración con Turn 10). Considérese sucesor espiritual de PGR o no, lo cierto es que Horizon ha cubierto un hueco de varios años en su género. Las puristas carreras de Forza Motorsport dan paso aquí a un entramado de carreteras por las que circular con absoluta libertad, bajo la premisa de un multitudinario festival automovilístico.

LA CARRETERA ES UN FESTIVAL

Bienvenidos seáis a Forza Horizon, donde se alternan conciertos al aire libre con frenéticas carreras. El juego viene a recrear diversas zonas de Colorado, todas confluyentes en las carpas y escenarios que articulan el evento. Como novatos al volante de un vetusto Volkswagen 95 Corrado, tendremos que disputar toda suerte de pruebas en pos de ascender categoría y convertirnos en la estrella del torneo.

Cada tanda de carreras se identifica con el color de nuestra muñequera en la competición, habiendo un máximo de 7 que conseguir. Imaginad así más de 200 carreteras que transitar (400 kilómetros a nuestra entera disposición), por las que irán disponiéndose pruebas de dificultad y recompensa variable. A mejor clasificación, mayor cantidad de créditos (la moneda del juego) y puntos conseguiremos, los cuales nos acercarán al siguiente nivel.

forza horizon gameplay

La sensación de libertad es tremenda en Forza Horizon.

Además, cada muñequera tiene su propio rival a batir, estereotípicos personajes a los que enfrentaremos en carreras uno contra uno. Si vencemos, sus coches engrosarán nuestro garaje, pudiendo modificarlos (estética y mecánicamente) según convenga. Porque sí, Forza Horizon hereda todas las posibilidades de Motorsport en cuanto a configuración de vehículos: visitando el taller de Dak podremos ajustar su aerodinámica, mejorar el motor o cambiar neumáticos (entre muchas otras opciones) tanto de forma manual como automática.

El juego sabe adaptarse a la experiencia de cada usuario, recomendándole las mejoras o vehículos (D, C, B, A, S...) más apropiados (indispensables en algunos casos) para cada evento. Esto se traslada también al control. Quienes temiesen un rebaje de la dificultad a raíz del desenfado imperante pueden estar tranquilos, ya que basta con desactivar todas las ayudas para toparnos con las exigencias a que la franquicia nos tiene acostumbrados. No obstante, si somos auténticos merluzos al volante, más nos vale tirar del control de tracción, los frenos ABS, el asistente de trazadas o la opción de rebobinado, marca de la casa, que usaremos para subsanar errores garrafales en el transcurso de las carreras o durante la conducción libre.

LIBERTAD AL VOLANTE

Arcade para unos, simulación pura para otros, pero la misma sensación en ambos casos: placer inherente a la libertad de conducción por tan extenso mapeado. Nos aguardan zonas desérticas, urbanas, montañosas... repletas de retos adicionales que refuerzan la rejugabilidad cuasi infinita del título. Así, otro de nuestros objetivos será convertirnos en el piloto más célebre del momento, para lo cual habremos de conseguir puntos de popularidad. Vendrían a ser los Kudos de Horizon, que conseguiremos derrapando, quemando rueda, adelantando a gran velocidad o llevándonos por delante alguna que otra señal de tráfico. Encadenándolos multiplicaremos puntuaciones, convirtiendo nuestros trayectos en auténticos ejercicios de imprudencia. Así mismo, cada habilidad (velocidad, adelantamiento, saltos...) está patrocinada por marcas de renombre, las cuales nos otorgarán créditos cada vez que superemos sus objetivos.

Al ascender en popularidad (del puesto 250 al 1) desbloquearemos eventos de exhibición que nos recompensarán con vehículos exclusivos: en cierta ocasión tendremos que superar en velocidad a una avioneta y en otra a un globo aerostático. Pero las carreteras de Colorado tienen aún más posibilidades: se diseminan carteles de descuento que atravesar para obtener sustanciales rebajas en mejoras; también radares de velocidad que atravesar a la mayor velocidad o numerosos vehículos (también competidores de Horizon) a los que retar. Bastará en este último caso con situarnos tras estos, consultar los créditos en juego (mayor número a mayor dificultad del adversario) y comenzar la carrera.

Con tantos kilómetros por recorrer, se agradece contar con un eficiente GPS, al cual accederemos por comandos vocales o mediante el mapa de juego, especialmente útil en la búsqueda de los 9 coches que Playground ha escondido (muy hábilmente). También disponemos de atajos (previo pago) a puntos concretos del mapa, cuya gratuidad se consigue superando pruebas específicas. Finalmente, Horizon nos permite participar en carreras callejeras (ajenas al festival), donde las apuestas y la dificultad resultan mucho más elevadas que de costumbre. Como véis, hay mucho que hacer en Forza Horizon más allá de subir categorías en la competición, lo que garantiza más de 40 horas de juego. A todo esto habría que sumar el modo fotografía (accesible desde el menú de pausa), las horas invertidas en el taller de pintura (bienvenidos los amantes del tunning) o el multijugador, exclusivamente online: elegiremos entre partidas públicas o privadas en modalidades como Circuito, Infectado y Rey, Gato y Ratón, Punto a Punto y Carrera Callejera, muy divertidas aunque incomparables a la sensación de recorrer Colorado junto a 7 amigos en Conducción Libre (sin atisbo de lag).

BONITOS COCHES, BUCÓLICOS ENTORNOS

Y si os preocupa el número de coches disponibles, nada mejor que pasaros por La Feria del Automóvil, donde nos aguardan más de 150 vehículos de 50 firmas (desde Citröen a Ferrari pasando por BMW). El comportamiento de los bólidos varía diametralmente, no solo acorde a sus características, sino también a las del trazado. No es lo mismo rodar por una carretera sin asfaltar en plena noche, que hacerlo por autopistas bien iluminadas. Lo que no nos ha convencido tanto ha sido el motor de daños: existen, aunque de forma testimonial, antojándose incoherentes con los accidentes en que nos veremos envueltos. Si chocamos con otro vehículo a 200 kilómetros por hora, lo normal es que nuestro coche quedara convertido en chatarra, limitándose aquí a frenar en seco. Así mismo, nuestras "heridas" curarán mágicamente cada vez que entremos o salgamos de un evento, ahorrándonos la costosa reparación.

forza horizon xbox 360

El título solo está disponible para Xbox 360.

Puestos a reseñar elementos negativos, tampoco nos ha complacido el gusto de Horizon por hacer caja. Microsoft Points mediante podremos comprar Símbolos, los cuales nos dan acceso a los vehículos más caros de forma inmediata. También un mapa con todos los secretos del juego e incluso picos de popularidad. Atajos, en definitiva, que quitan buena parte de atractivo al juego.

Donde no puede reprocharse nada es en la vertiente técnica. A nivel visual estamos ante una auténtica delicia en la recreación de entornos y vehículos. Las transiciones del día a la noche son una gozada, gracias a uno de los mejores sistemas de iluminación vistos en título de conducción alguno. El sol se cuela entre las arboledas y formaciones rocosas, impactando grácilmente en la carrocería de nuestro vehículo. Casi se siente su calidez, del mismo modo que el viento al entrar por la ventanilla. A tal punto llega la sensación de velocidad, muy conseguida gracias a una tasa de frames incriticable. Mención especial para las muchedumbres en torno al festival, copado por vistosos conciertos, atracciones de feria y espectáculos pirotécnicos.

Y qué decir del apartado sonoro, gran responsable de que uno llegue a sentirse parte de la competición. Contamos con unas cuatro horas de música segmentada en tres estaciones de radio (éxitos recientes entre el rock, el dance y la música electrónica), acompasado por una labor de doblaje de la que muchos otros títulos deberían aprender. Los locutores amenizan nuestros trayectos con originales (y creíbles) pasos a temas, entrevistas a nuestros rivales y comentarios sobre nuestro progreso. Entendemos por qué Ralph Fulton, director de diseño, confesaba durante la presentación del juego que lo que más le gustaba era conectar una emisora y conducir sin rumbo fijo.

FORZA HORIZON-ÍNDICE

PÁGINA 1 - Análisis.

PÁGINA 2 - Conclusiones.

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