Análisis de All Zombies Must Die! - PS3, Xbox 360

Análisis de All Zombies Must Die! - PS3, Xbox 360

“Con el botón X recargas. Y ya está, sin bonificaciones por una recarga perfecta ¡Encima querrás un sistema de coberturas!”. Así de sencillo. Cuando un juego, en las pantallas que preceden a la acción, hace referencia a otro con mucho más presupuesto y al que le llueven los premios y el reconocimiento de los jugadores es que tiene algo especial. Provoca en el jugador algo tan sencillo como son las carcajadas. Tiene un punto ganado, pues ablanda el corazón del analista de forma impune. All Zombies Must Die es un juego que reconoce su humilde origen y no pretende intentar aparentar lo contrario, (no como otros descargables que últimamente nos han dado más de una decepción). Y es por ello que se ha convertido en una apuesta notabilísima dentro de los sistemas de descarga de nuestras consolas.

Desde su propia base reconoce sus limitaciones y es por ello que goza, desde el instante inicial, de la empatía del jugador o jugadores. Reconoce sus fallos, sí, pues los tiene, pero sabe utilizar sus puntos fuertes para convertirse en una experiencia de lo más interesante dentro del panorama de los videojuegos descargables en Playstation Network y Xbox Live Arcade. Un beat’em up de toda la vida, al estilo del notable Dead Nation (por el fondo y la forma) pero con un elemento de humor muchísimo más acusado, donde las bromas son constantes, casi siempre por la ruptura con la cuarta pared y por dirigirse al jugador continuamente, convirtiendo al personaje principal en un convencido creyente de que está dentro de un videojuego, pero frustrado de no poder demostrárselo a sus compañeros.

LOS ZOMBIS NO TIENEN ZAPATO IZQUIERDO

protagonistas de all zombies must die

Queda fuera de lugar hablar de la posible una moda o precisamente la falta de ella, más si hace referencia a los muertos vivientes. Es una realidad y no hay que defenestrar cada lanzamiento, por asiduo que sea, por tener zombis en su plato principal. Una vez despojados de los prejuicios de este movimiento cultural vamos con All Zombies Must Die, producto de Square-Enix desarrollado por los interesantes Doublesix, uno de los nuevos, y mejores, estudios del Reino Unido, creadores de Geometry Wars: Galaxies y de otro juego de zombis, Burn Zombie Burn, ambos con premios y nominaciones. Al margen de la entrega del shooter abstracto, el resto de elementos de la desarrolladora destilan humor sano, y ha seguido el mismo camino en All Zombies Must Die.

Desde el propio comienzo del juego, libre de escenas cinemáticas largas, se nos pone en el papel de un adolescente, amante de los juegos y muy interesado en las chicas, que ha visto como su ciudad cae ante hordas de zombis que crecen desde el suelo. En el primer momento ya tomamos el control en solitario, aunque pueden jugar hasta otros tres en cualquier momento, tanto online como compartiendo pantalla. La trama del juego (escapar de la ciudad) no es más que una excusa, un “MacGuffin” para ponernos a masacrar muertos andantes.

OPCIONES, ADICCIÓN Y REPETICIÓN EN DEADHILL

imagen juego all zombies must die

Tras su cómica puesta en escena, con zombis paletos, zombis gimnastas u otros que se amantes de la música tecno, se encuentra un título con decenas de opciones en su desarrollo. Tanto las armas como el nivel del personaje vienen marcados por subidas de nivel así como por la mezcla de objetos con la que hace gala el título. Podremos crear escopetas de fuego o catanas venenosas según los objetos que utilicemos en nuestro cuartel. Es el aspecto gráfico, moderno, simple y fresco (quizá demasiadas similitudes con otro clásico del humor zombi como es Plants vs Zombies) el que nos hace temer lo contrario desde la primera partida, pero tras observar las decenas de opciones con las que cuenta uno se da cuenta de lo trabajado que está el videojuego y sus posibilidades respecto a la eliminación y cumplimiento de objetivos.

La ciudad se divide en zonas por las que pasaremos una y otra vez para realizar misiones. Estas tareas son variadas hasta cierto punto y es que al final el jugador puede llegar a cansarse de traspasar cada parte de la ciudad, por los mismos escenarios, para cumplimentar los dictados de unos personajes secundarios que, si se juega solo, esperan en el cuartel general. Esto se remedia en parte gracias al multijugador, pues a cuatro, seis u ocho manos todo el tedio acumulado en las primeras horas se disuelve cual pastilla efervescente. Solamente las misiones de las puertas (necesarias para pasar de una zona a otra) acaban por desesperar al jugador: “Mata zombis para poder entrar, mata zombis deportistas para poder entrar, mata zombis para, etc”. Éstas ralentizan el desarrollo del juego ya que el jugador puede llegar a acoger tales encomiendas con tedio. Más cuando pasas de las dos docenas.

El humor es, no obstante, uno de los motivos del éxito de un juego simple y carente de virtudes llamativas, pero que cumple su función de divertimento en compañía a la perfección. Referencias a Gears of War, a Plants vs Zombies o al propio jugador “¿Verdad que estoy en un videojuego? ¿Dónde si no puedo recoger hamburguesas de los muertos caídos que repongan salud?”. Este idilio cómico con el jugador es el que hace meritorio a All Zombies Must Die, que logra destacar con carisma de entre los cientos de juegos de muertos que se publican a lo largo del año. Además, su duración es suficientemente larga para que no pesen los 800 puntos Microsoft o los diez euros correspondientes. Recomendable.

ALL ZOMBIES MUST DIE - ÍNDICE

PÁGINA 1 - Análisis

PÁGINA 2 - Conclusiones

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