Análisis de Alan Wake - Xbox 360

Alan Wake cuenta en su haber con un número realmente considerable de Best Sellers. Su capacidad creativa no conoce límites, cuenta con una habilidad innata para hacer que se tambaleen los cimientos de la realidad y ofrecer al lector un universo rico en matices, indagando en el subconsciente del ser humano para sacar al exterior sus más inconfesables miedos y volverlos contra él. Pero su Ópera Prima va mucho más allá; tal es el poder de influencia de su nueva obra que ni tan siquiera él recuerda haberla escrito. Es más, cuando Alan asegura que los acontecimientos vividos en Bright Falls se moldean a imagen y semejanza de lo que está leyendo en este misterioso manuscrito, la cordura del creativo no tarda en ponerse en entredicho.
ALAN WAKE, OBRA MAGNA DE REMEDY
Remedy Entertainment es un polifacético grupo de programación afincado en Finlandia, no demasiado grande, ya que cuentan es sus filas con unos 50 empleados. Hasta aquí todo entra dentro de lo que podemos considerar como “normal”: nada más lejos de la realidad. En Remedy se ha creado un ambiente de trabajo y superación ejemplar, lo que pude llevarnos a pensar que su éxito proviene desde diferentes frentes: entre los creativos de Remedy se encuentran algunos de lo mejores profesionales del sector interactivo, y llevan a cabo sus proyectos basándose en una detallada planificación, sin presiones excesivas determinadas por el hecho de tener que cumplir a rajatabla una inamovible fecha de entrega.
En consecuencia, esto ha generado un aura alrededor de Alan Wake muy especial, pues su prometedor planteamiento lleva mostrándose desde hace muchos años. Tras innumerables retrasos, los fanáticos de la desarrolladora canadiense —mundialmente conocida por llevar el efecto “matrix” al mundo del videojuego mediante la saga Max Paine—, nos ofrece la oportunidad de vivir una aventura que provocará en más de uno largos (y fascinantes) días de vigilia. Alan Wake plantea las desventuras de un escritor condenado por su propio éxito. El contexto escénico nos lleva hasta Bright Falls, un idílico y acogedor paraje donde nada es lo que parece, fruto de una amenaza que está transformando la realidad en ficción y viceversa, al son de la pluma imaginaria que Wake no recuerda haber recuperado del exilio.
El videojuego que nos ocupa recoge ingredientes de clásicos del cine, la televisión, la literatura y el mismo sector del videojuego, para ofrecer una tele serie interactiva que, como en los mejores momentos de “Perdidos”, casi te obliga a devorar un capítulo más después de haber superado el anterior. Survival Horror, acción al más puro estilo shooter, exploración, narrativa integrada en el contexto jugable, conducción y algún que otro puzzle, forman un cóctel explosivo destinado a convertirse en obra de culto. Si crees que estamos exagerando, te invito a que sigas leyendo, pues Alan Wake se perfila como un título muy especial, fruto del trabajo intensivo de unos apasionados por el mundo de la creación interactiva.
ALAN, DESPIERTA
"Mientras avanzo hacia la más absoluta oscuridad, encuentro en mi camino una nueva página del manuscrito. En ella se narran hechos que todavía no han sucedido, bajo un telón de fondo inspirado en la propia ciudad de Brigh Falls. —Cuando Alan se acercó a la pequeña caseta de madera que resguardaba el generador —reza el primer párrafo—, los árboles empezaron a moverse lentamente. Bandadas de pájaros teñían el cielo de negro, mientras un tornado de dimensiones sobrecogedoras se acercaba hasta él derrumbando todo lo que encontraba en su camino. El viento manchado de negro que aparecía en todas las pesadillas de Alan, seguía quebrando sus pensamientos al despertar".-Alan Wake.
El argumento de Alan Wake es fascinante. Nuestro protagonista es un escritor de éxito, cuya capacidad creativa se encuentra bajo mínimos desde la publicación de su última obra. Los editores le presionan, cada vez que se pone delante de la máquina de escribir ve como su mente se bloquea, y mientras continúa sumido en esta tortura sin encontrar una solución viable, su mujer decide que es el momento idóneo para desconectar de esta estresante vida de escritor.
Cuando llegan a Bright Falls, la hospitalidad de los ciudadanos queda patente en su amistosa actitud, fruto tal vez de la popularidad de Alan Wake: parece ser que no existe rincón en el mundo donde no lleguen las obras del artista. Pero no tardaremos en darnos cuenta de que algo no funciona como debería: al llegar a la caseta del lago, Alice comprueba que la dirección no coincide con la facilitada en el folleto, pese a que la belleza del lugar hace que este (en principio) pequeño imprevisto no tenga la menor importancia.
Después de una acalorada discusión, la desaparición de Alice en extrañas circunstancias hace que Wake se sumerja en un estado de shock, donde la visión de su mujer engullida por el lago, y la transformación de Bright Falls en un mundo dominado por las sombras al son del manuscrito de Alan, sirven como contexto escénico de la obra más fascinante de Remedy Entertainment.
WELCOME TO BRIGHTS FALLS…
Uno de los puntos más sobresalientes de Alan Wake, lo encontramos en el diseño de la aventura. Quien piense que estamos ante un videojuego con reminiscencias sandbox, que se quite esa idea de la cabeza: es un concepto erróneamente atribuido al título que nos ocupa desde que fue enseñado por primera vez al público. Si bien es cierto que los escenarios son de un tamaño espectacular, y que podemos ir en coche cuando nos enfrentamos a recorridos bastante tortuosos, es en lo único que se asemeja a producciones tan conocidas como GTA IV.
Alan Wake es una aventura cuyo planteamiento dramático se encuentra a caballo entre los thrillers de acción y las producciones de terror. Debido a ello, nos encontramos con un videojuego fundamentalmente lineal, sin bifurcaciones en su desarrollo ni posibilidad de elección en ningún momento. La trama nos ofrece una propuesta interactiva llena de misterio y suspense, al más puro estilo de series como Twin Peaks (no en vano, Alan Wake está dividido por capítulos, al comienzo de los cuales se nos muestra un resumen de lo sucedido anteriormente). Las referencias en Alan Wake son continuas. En el plano cinematográfico nos encontramos con secuencias inspiradas en películas como El Resplandor (Stanley Kubrick) o Los Pájaros (Alfred Hitchcock), y en el literario no son pocos los paralelismos entre el juego que nos ocupa y la obra de Stephen King. Incluso se han tomado la libertad de mencionar, en plan autocrítico, la polémica postura que define al mundo de los videojuegos como algo nocivo para la juventud o, con pretensiones humorísticas, se trasladan algunos elementos de El Señor de los Anillos adaptados al contexto del juego. El conocimiento de los diferentes campos artísticos por parte de los guionistas queda más que patente en el desarrollo de Alan Wake.
ALAN WAKE-ÍNDICE
PÁGINA 1 - Introducción e historia.
PÁGINA 2 - Género y jugabilidad.
PÁGINA 3 - Ambientación y sonido.
PÁGINA 4 - Conclusiones.