Análisis de Alan Wake - Género y jugabilidad - Xbox 360

ACCIÓN, MISTERIO Y TERROR
Alan Wake presenta un alto porcentaje de su desarrollo dedicado exclusivamente a la acción, donde también tendremos momentos para el desarrollo dramático de la aventura, la resolución de sencillos puzzles, la lectura del manuscrito que encontramos esparcido por los escenarios, y la exploración de los espacios escénicos interactivos. Hemos de destacar que en Alan Wake, a pesar de contar con un diseño de niveles lineal, si nos alejamos de los caminos principales descubriremos algunos escenarios de un tamaño considerable. Si eres de los que disfrutan inspeccionando cada rincón para encontrar suculentos objetos ocultos, Alan Wake te recompensa con ítems coleccionables (como los termos de café), y mensajes que solo se harán visibles si los enfocas con la linterna; algunos de ellos te indicarán la ruta hacia objetos de gran utilidad.
La aventura, en un porcentaje por encima del 75%, se desarrolla durante la noche, estando más del 50% del juego ambientado en zonas boscosas. Eso es un punto muy a favor de Alan Wake, pues la recreación de la noche es la mejor que hemos podido ver en videojuego alguno. Avanzaremos, normalmente, equipados con armas de fuego, bengalas, granadas cegadoras o escopetas, por definir algunos ejemplos. Los espectros que salen a nuestro paso son vulnerables al poder de tu linterna, lo que nos ofrece valiosos momentos para vaciar el cargador sobre ellos. Cuando avanzamos a través de la más absoluta oscuridad, si comienza a levantarse un misterioso viento teñido de negro, podemos empezar a temblar: un maléfico poder toma el control de personas y elementos inanimados para volverlos contra tu persona. Si encontramos un punto de luz, podremos aprovechar el cobijo que nos ofrece aquella valiosa farola, aunque muchas veces tengamos que activar nosotros mismos los generadores eléctricos para conseguir resguardarnos del mal.
El diseño de los escenarios es de matrícula de honor. Avanzaremos por Bright Falls a través de tortuosas laderas, misteriosas construcciones y peligrosos caminos. Entraremos en lugares tan amenazantes como una mina abandonada, una central eléctrica, una zona residencial con cementerio incluido, o una inquietante gasolinera. No encontraremos cargas entre zonas, ni tan siquiera cuando visitamos interiores complejos o avanzamos por lugares con kilómetros de recorrido. La verosimilitud de los emplazamientos y la perfecta ambientación hacen que nos encontremos ante uno de los juegos más sobresalientes de la historia en este aspecto, y muy posiblemente el mejor ejemplo de la generación en cuanto a diseño de niveles se refiere. Solo por este factor el juego merece ser disfrutado a conciencia.
Las fases de conducción ofrecen un punto de variedad al título que nos ocupa, en ocasiones también avanzaremos a pie junto a otros personajes y nos enfrentaremos tanto con enemigos poseídos, como contra objetos que se mueven bajo en influjo de un poder oscuro. Sencillos puzzles ofrecen pequeños retos, no muy difíciles de superar, y en muchos momentos de la trama las escenas cinemáticas y los fragmentos ingame con narrativa integrada nos ofrecerán aspectos de la historia que nos engancharán sin remedio al guión de Alan Wake. Si bien es cierto que el juego puede superarse en unas 12 horas, si aprovechamos todo lo que nos ofrecen los chicos de Remedy (programas de radio que nos muestran el día a día en Bright Falls, televisiones que retransmiten pequeñas teleseries inspiradas en producciones como Más allá del límite, grabaciones donde aparece el propio Alan Wake comportándose de forma realmente inquietante…), la cifra puede elevarse hasta las 15. El videojuego no te deja elegir tu camino, pero te ofrece la oportunidad de enriquecer la trama del título mediante valiosos documentos audiovisuales (además de las ya mencionadas páginas del manuscrito).
INTERPRETANDO A WAKE
El apartado jugable de la última producción de Remedy es digno de elogio. Durante gran parte de la aventura nos enfrentaremos a nuestros enemigos mediante un sistema de acción inspirado en shooters como Resident Evil 4/5, con matices heredados de la saga Silent Hill y aportaciones novedosas. Nuestra linterna será tan mortífera como la más eficiente arma de fuego, pues los poseídos pierden su poder al ser expuestos a la luz, por lo que tendremos un valioso fragmento de tiempo para asestarles un certero tiro en la cabeza. Además, será de gran ayuda al movernos por los parajes sombríos del juego. Hemos de decir que el control de Alan es intuitivo, la forma en la que enfocamos con la linterna muy natural y el manejo de las distintas armas, realista y contundente a partes iguales.
Aparte de las armas de fuego, tendremos a nuestra disposición bengalas de mano (que, mientras permanecen encendidas, crean un perímetro que te da bastante libertad de acción mientras los enemigos retroceden), granadas cegadoras (valiosísimas al poder acabar con varios poseídos al mismo tiempo), y un lanza-bengalas que aprovecharemos en las situaciones límite. El manejo de la cámara es bastante ágil (además, al principio del juego te dan a elegir entre un sistema estándar o invertido), y cabe destacar que contaremos con un movimiento para esquivar los ataques enemigos francamente efectivo si lo dominamos con soltura.
La IA de los enemigos está bien trabajada en muchos casos: no serán pocas las ocasiones en que alguno de ellos intente flanquearnos para pillarnos por la espalda, mientras los demás se organizan de la forma más ofensiva posible. Los enfrentamientos con los espectros más poderosos (hay individuos rápidos a más no poder, incluso otros gigantescos y muy difíciles de derribar), compiten en intensidad con los duelos que mantenemos con objetos inanimados controlados por la presencia oscura (tendido eléctrico, excavadoras, vagones de tren… todo puede volverse en nuestra contra en el momento más inoportuno).Los sobresaltos son continuos, la sensación de inseguridad que transmiten las zonas más peligrosas hace que te sumerjas de forma increíble dentro de la trama del juego, y lo natural que resulta controlar a Alan cuando dominas el sistema interactivo, complementan otro apartado sobresaliente.
Los distintos niveles de dificultad, la superación de todos los logros, y el hecho de que determinadas páginas solo puedan ser encontradas en el modo Pesadilla (disponible tras finalizar Alan Wake por primera vez) son los únicos alicientes para rejugar un título que, después de la fascinante primera partida, pierde mucho de su encanto al tratarse de un thriller interactivo con un desarrollo dramático basado en el suspense. Por ello, recomendamos fervientemente dejar reposar el juego unos meses (incluso un añito) para volver a introducirnos en el emocionante mundo ideado por Remedy Entertainment.
ALAN WAKE-ÍNDICE
PÁGINA 1 - Introducción e historia.
PÁGINA 2 - Género y jugabilidad.
PÁGINA 3 - Ambientación y sonido.
PÁGINA 4 - Conclusiones.